La discriminación, el acoso y la violencia política se constituyen en prácticas arraigadas en el sistema político boliviano, muestra de ello es la dificultad para reconocerlo como tal, no sólo por parte de las víctimas, sino también por quienes cometen agresiones, hostigamiento, discriminación y otras manifestaciones de intolerancia hacia mujeres autoridades electas. Si bien la normativa boliviana las tipifica como delitos electorales, están sujetas a una norma específica -la Ley Nº 243 Contra el Acoso y la Violencia Política hacia las Mujeres-, sin embargo, pese a su reconocimiento y reglamentación, las recurrentes denuncias y estudios encuentran que el acoso y la violencia política son prácticas cotidianas entre quienes han optado por la vida política, pero que adopta particularidades en el caso de las mujeres, pues está directamente relacionada con su ingreso al ámbito público y los espacios de toma de decisión.
En los últimos años Bolivia ha superado los denominados "techos de cristal" y ha batido récords de participación de mujeres en los ámbitos legislativos, alcanzando la paridad en el Órgano Legislativo Plurinacional y superando el 45% en las asambleas departamentales. Sin embargo, el incremento de la presencia de mujeres en espacios considerados masculinos genera una reacción que se traduce en acoso y violencia política.
El libro se encuentra disponible para su adquisiciòn en oficinas del Instituto de Investigaciòn, Interacciòn Social y Posgrado de Trabajo Social.